Cómo no malcriar al propio hijo
Estas páginas ofrecen un decálogo bíblico, pero inmerso en la vida cotidiana de la familia, para que en casa sean el respiro de nuestra vida familiar. Con un fin concreto: que así como aquellas leyes se le dieron a la humanidad para conducirla hacia la casa del Padre, así las reglas que nos damos, aunque con vetos y condiciones y estableciendo límites por el bien de los hijos, ayudarán con todo seguridad a nuestras familias a caminar con armonía y serenidad, sin entorpecer los dones de nadie, muy al contrario, favoreciéndolos para que cada uno alcance su propia plenitud en el camino de la vida.Comprar