El libro 99 Oraciones para niños es una herramienta que motiva a los niños para que aprendan a dar gracias al Señor por el nuevo día, por la vida y por todas las experiencias que viven en nuestro mundo.
Desarrollar y profundizar en la interioridad es una necesidad que se está dando en nuestra sociedad cada día con una mayor intensidad, desde distintas instancias, sean estas educativas, familiares, parroquiales…
Porque la madurez personal no depende, exclusivamente, de los conocimientos técnicos que se inculquen a nivel escolar sino, sobre todo, del crecimiento humano y espiritual del niño o la niña a quien se está formando.
Y en la vida cristiana, uno de los fundamentos más importantes que hay que asentar para empezar a recorrer el sendero del seguimiento de Jesús, desde la más tierna infancia, debe ser el gusto y el deseo de la oración, que se ofrece en un primer momento en la familia y se complementa posteriormente en la parroquia, en las comunidades cristianas y en el colegio religioso, si es esta la opción educativa que decide la familia.
El padre y la madre deben sentir a su vez la importancia de la oración en sus vidas, para hacerla gustar a sus hijos e hijas. Porque, si no, enseguida detectarán si es una obligación el rezar con ellos o es algo que nace del corazón y que se realiza con gozo y profundidad; algo que abarca la vida entera, que no se desentiendo de la realidad, sino que adquiere su plenitud y veracidad en la vida concreta de cada día.
99 Oraciones para Niños
Como la creatividad hay que alimentarla, necesitamos buenos instrumentos que nos ayuden también a recrear la oración. El libro 99 oraciones para niños, que será una buena herramienta en este deseo de enseñar a relacionarse con un Dios bueno, que es como un papá o una mamá, preocupado por sus hijos e hijas, por los más necesitados, por la creación que nos rodea. Que desea estar siempre a nuestro lado, dentro de nosotros, para alentarnos a vivir feliz y solidariamente. Que nos escucha siempre y nos da fuerzas para seguir adelante y así superar todos los problemas.
Las oraciones que se ofrecen son de distintos tipos, para todos los días, variadas como la propia vida: para días especiales, de agradecimiento, bendiciones o alabanzas, junto a algunas de las clásicas oraciones a las que hay que intentar sacar su esencia más profunda y original. Los hermosos dibujos que las acompañan, ayudarán al niño o la niña a visualizar rápidamente lo que cada oración sugiere.
El agradecimiento es un tema que se tiene que dar prioridad, porque el niño o la niña debe sentir que todo en la vida es un don gratuito por el que hay que dar gracias, desde el sol que les ilumina por la mañana hasta la luna que nos acompaña por la noche; por el alimento que tienen en su mesa desde que se levantan, cuando hay tantos otros niños y niñas que pasan hambre; por los amigos y amigas que les ayudan a disfrutar de tantos momentos de juego y aprendizaje compartido; por las plantas, los animales, las montañas, los ríos y los mares que les abren a la fascinación y la sorpresa permanentes; por el cuidado que reciben del padre y la madre, de los abuelos, de los profesores, del sacerdote de la parroquia, del Dios que les acompaña en cada momento…
Gracias Dios
Enseñar a los niños y niñas el sentirse hermanos y hermanas de todo el universo es muy importante. Saber que forman una parte pequeña pero importante de la familia de la creación. Por eso deben amar todo lo que les rodea y preocuparse por los árboles y los pájaros, por el agua y el aire… Y, principalmente, de todas las personas que, por distintos motivos, no pueden vivir, ni vestirse, ni alimentarse, ni tener una educación como la que disfrutan ellos. Así sentirán que Dios cuida de todo si se comprometen a vivir de una forma responsable y solidaria.
Es también necesario enseñarles oraciones que afecten a distintos momentos del día, para que vayan experimentando la necesidad de mantener una vida de oración, que la oración impregna toda la vida: al levantarse, al desayunar o comer, al ir a la escuela, al jugar con los amigos, cuando están de vacaciones o haciendo los deberes, cuando ayudan a los demás, cuando contemplan la belleza de lo que les rodea…
Hoy en día es vital que los niños y las niñas comprendan que no son el centro del mundo, los mejores y que tienen todos los derechos. Para ello las oraciones deben conducirles a la humildad, a pedir perdón, a sentir que no siempre hacen las cosas bien, que hacen daño a los demás con sus actitudes… Por eso hay que pedir ayuda y consejo, al papá y a la mamá, al profesor, a la abuela, al Dios que vive dentro de sus corazones, para que vayan transformando todo lo que hay de negativo dentro de ellos y haciendo crecer todo lo que les haga ser mejores personas, unos cristianos verdaderos.
Agradecida por encontrar este apoyo . Bendiciones.
Muchas gracias por su atención.
Saludos