CABEZA O CORAZÓN. El arte del discernimiento escrito por Gaetano Piccolo y editado por Paulinas, Madrid 2019. Páginas 104.
El autor nos ofrece una presentación clara y comprensible, para las personas de nuestros días, de los Ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola.
Autor
Gaetano Piccolo es jesuita y vive en Roma, donde enseña filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana, centrándose sobre todo en los problemas del lenguaje, el significado y el conocimiento. En su actividad pastoral, presta especial atención a la armonía entre la vida afectiva y la vida espiritual, tanto a través de la reflexión como a través del ministerio de los ejercicios espirituales. Es autor de numerosas publicaciones.
¿Cabeza o Corazón?
Acertar en una decisión pero, ¿es solo cuestión de suerte? En este libro no vamos a encontrar ciertamente un curso motivacional para ejecutivos exitosos, pero puede ser una buena ocasión para poner en orden nuestra vida e invitar a nuestros pensamientos y sentimientos a firmar la paz entre sí.
En este camino claro que hay algunas reglas, pero no las ha inventado el autor, sino que han sido transmitidas: nos han llegado gracias a una larga tradición espiritual que reconoce la oración y el discernimiento como dos poderosas armas, contra la fragmentación y la improvisación en la vida.
Discernir
Podemos considerar estas páginas como una introducción a los Ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola. Debemos tomar un tiempo y aprovechar cada etapa como una ocasión para detenernos a orar, para tomar conciencia de lo que se está moviendo dentro de nosotros. Aquí podemos encontrar indicaciones para conocernos mejor, textos bíblicos para orar e interrogantes para reflexionar.
Esta propuesta pretende ser una ayuda en la tarea de dar (o recuperar) sentido a la vida, gracias a la conciencia del deseo que Dios ha puesto en nosotros. Precisamente cuando olvidamos nuestros deseos, la vida nos parece vacía. La existencia nos está poniendo constantemente en la encrucijada y podemos quedarnos bloqueados, tratando de descubrir qué camino hemos de escoger.
Arte de discernimiento
Pero la realidad siempre tiene, generosamente, una misión para cada uno. Encontrar el sentido de la vida significa reconocer la tarea que nos asigna hoy la realidad. No solo pueden abrirse varios caminos delante de nosotros sino que, en ocasiones, son caminos igualmente buenos: lo que se trata es de descubrir en cuál de ellos vamos a conseguir amar más, dónde creemos que vamos a poder entregar la vida que tenemos dentro, dónde vamos a encontrar ese plus, ese extra añadido que le da sabor a la vida.
Con Ignacio de Loyola, antes de emprender esta peregrinación espiritual por las páginas de este libro, también habría que recordar que «no el mucho saber harta y satisface al ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente» (EE 2).
Dios siempre camina con nosotros
Hemos construido nuestra balsa mientras estábamos en el mar: ¡nunca se deja de vivir!
Hemos izado las velas mientras los vientos seguían soplando. Siempre estamos dentro de este sorprendente viaje. ¡Nunca estamos solos! Los vientos y las estrellas nos acompañan. Los vientos no dejan de soplar y siempre podemos aprovecharlos para alcanzar el puerto que buscamos.
Cuando sea de noche, podemos volver nuestra mirada hacia las estrellas que, como nuestros deseos, nos guían en la oscuridad indicándonos la dirección. Dios siempre encuentra la manera de acompañarnos.
A veces nos perderemos, en ocasiones las tempestades nos empujarán hasta costas y playas que no conocemos y a las que, tal vez, no queríamos llegar. ¡Pero siempre se puede volver a empezar!
