Paolo Scquizzato: Cada historia es historia sagrada. El evangelio según san Mateo. Páginas escogidas. Paulinas, Madrid 2019. 200 páginas.
Las páginas del libro, Cada hisotria es historia sagrada, ofrecen unas profundas reflexiones en torno a diversos pasajes escogidos del evangelio de Mateo, que pueden servir para preparar la liturgia de los domingos en los distintos tiempos litúrgicos, y algunas de las principales solemnidades y fiestas del ciclo A.
Autor: Paolo Scquizzato
Paolo Scquizzato pertenece a la comunidad de sacerdotes del Cottolengo, se dedica a la predicación y a la formación espiritual, principalmente del laicado; dirige la casa de espiritualidad «Mater Unitatis» de Druento (Turín).
Cada historia es historia sagrada
El Evangelio es la narración de una experiencia. Experiencia de una persona, no la exposición de una idea. San Mateo nos recuerda que ser cristianos no es ser ortodoxos (es decir, creer rectamente en una doctrina sobre Dios), sino vivir la ortopraxis, es decir, encarnar en lo cotidiano lo que Jesús dijo e hizo. Para Jesús de Nazaret, su Dios no debe ser definido o creído, sino sencillamente vivir según vivió él.
La gran pregunta del Jesús de Mateo puede resumirse así: ¿Quién soy yo para ti? Es decir, ¿dónde encajo yo en tu vida? Tener fe, seguir a Jesús, en resumen, ser cristiano, significa comprometerse con la justicia, la paz, la tolerancia y el cuidado de los seres humanos.
Cuando Jesús le pregunta a Pedro: «¿Quién soy yo para ti?», Pedro contesta: «Eres agua para mi sed inagotable, y yo me he saciado porque te he bebido. Eres la luz que hace florecer la vida en el pobre pedazo de tierra que soy yo».
La vida llena de amor se hace historia
Si experimentamos el amor, aprenderemos a abandonar todas las imágenes distorsionadas de Dios que llevamos dentro, y finalmente aprenderemos a reconocerlo en todos los crucificados que solo piden ser recibidos. De este modo, dejaremos de hacer preguntas sobre Dios –y, con mayor razón, a darles respuesta–, y aprenderemos a estar sencillamente con él, respondiendo a las llamadas de los pobres que piden tan solo más vida.
El Jesús de Mateo es la imagen del Dios universal, el rostro de un Amor dirigido a todos los pueblos, no solo al pueblo «elegido»; un amor dirigido a quienes están lejos, a los justos y a los injustos, a los buenos y a los malos (cf. Mt 5,45), a los samaritanos, a los gerasenos, a los fenicios y a los griegos. En resumen, para Mateo, el Amor no puede quedar circunscrito, no puede tener preferencias.
El evangelio según san Mateo
El Jesús de Mateo es el Dios con nosotros, y también en nosotros, y el hecho de que vivamos en él significa que, ante las tormentas, ante nuestros problemas existenciales, no se tratará ya de mostrar más valor, sino de abandonarnos nosotros mismos en un abrazo.
Significará no tanto experimentar a un Dios que actúa en nuestro lugar, o que nos aleja de situaciones dramáticas, sino un Amor que está a nuestro lado y nos acompaña, que nos infunde confianza, haciéndonos experimentar las insospechadas fuerzas que todos albergamos en nuestro interior, para descubrir por fin que tenemos su mismo nombre.
Este mensaje del evangelio de Mateo es el que se presenta en estos pasajes escogidos por el autor.
Al final del libro se ofrecen sugerencias para emplear estas reflexiones para bastantes de las celebraciones dominicales correspondientes al ciclo A, en los distintos tiempos litúrgicos, y para algunas de las fiestas y solemnidades más importantes del año.