María está siempre en esa senda por la que transitamos todos los cristianos, en este peregrinar que supone nuestra vida terrena hasta llegar a la morada eterna donde nos espera Dios.
María nos acompaña siempre, como acompañó a Jesús y a los discípulos, como ha acompañado desde sus orígenes a los miembros de la Santa Iglesia católica. Siempre a nuestro, lado. Y lo hace con ternura, con humildad, atenta y orante.
Alejandro Fernández Barrajón, con su estilo coloquial y cercano, y después de escribir extensamente sobre los temas más diversos, nos sorprende ahora con un libro dedicado a la Madre de Dios.
Ciertamente, cuenta en su haber con un gran número de obras sobre temáticas muy variadas, pero ninguna dedicada específicamente a María de Nazaret, a pesar de haber profesado:
“en una Orden religiosa, que está dedicada a la Virgen María en su advocación de la Merced, la primera congregación religiosa en la Iglesia dedicada a la Virgen María fundada en el siglo XIII”, como el mismo reconoce.
“María, la nuestra. Escenas para el gozo”, recoge algunos del los muchos aspectos que definen el carácter de la existencia de María de Nazaret, ejemplo de vida para todos nosotros, sus hijos.
Así, Alejandro nos habla de esa María humilde, contemplativa, libre, dolorosa, bienaventurada,…, y como colofón nos hace repensar en la “María de las letanías” del Santo Rosario.
En un mundo que clama ya el cese de tantas guerras fratricidas que asolan al ser humano, María es proclamada Reina de la Paz; en un mundo en el que las estructuras familiares se tambalean, miramos a María que desde ese hogar de Nazaret es la Reina de la familia; en un mundo con una crisis migratoria alarmante, donde la vida ha perdido todo valor, María se presenta como Consuelo de los migrantes; en un mundo donde la enfermedad y el dolor trastocan nuestra vida y la de las personas cercanas a nosotros, ella es la Consoladora de los afligidos.
Ella es la Madre de la esperanza, la Madre amable, la Madre admirable, la Madre del buen consejo.
“Rezar la letanía es alabar a Dios por María y por todas las obras grandes que ha hecho a través de su disponibilidad que hizo posible que el Verbo se encarnara”, nos recuerda el autor.
Aprovechemos este libro de Alejandro Fernández Barrajón para revivir las virtudes de María en nuestra vida cotidiana, y con ello recordar que María nos acompaña en todo momento como nuestra intercesora.
Agradezcamos también a Alejandro este hermoso homenaje a la Madre de Nuestro Señor y Madre nuestra, que nos presenta en “María, la nuestra. Escenas para el gozo”.
Puedes adquirir este libro, pinchando en el siguiente botón: