DÍSELO A TODOS. Un pensamiento al día en la alegría de la Pascua, editado por Paulinas, Madrid. Es un libro que nos ayuda para vivir con más profundidad los días de Pascua, siguiendo algunos textos escogidos del papa Francisco, que nos invitan a encarnar con alegría la Resurrección de Jesús en nuestra propia existencia.
Díselo a todos
El Papa nos sugiere, para vivir una auténtica vida cristiana, lo siguiente: «Acepta que Jesús Resucitado entre en tu vida, acógelo como amigo, con confianza: ¡Él es la vida! Si te parece difícil seguirlo, no tengas miedo, confía en él, ten la seguridad de que él está cerca de ti, está contigo, y te dará la paz que buscas y la fuerza para vivir como él quiere».
Este camino se puede y se debe hacer con las lecturas bíblicas del tiempo litúrgico, pero nuestra sugerencia es, además, seguir este itinerario pascual con algunos de los mejores textos del Papa, que concuerdan perfectamente con el día que se está celebrando.
Un pensamiento al día
En las páginas de este libro se nos invita a vivir profundamente, día a día, el gozo de la Pascua, desde el domingo de Pascua hasta la fiesta de Pentecostés, acompañados por el Papa Francisco.
La invitación permanente es a experimentar el gozo interior de sentir la resurrección de Jesús en nuestra existencia concreta. Esta experiencia debería ir transformando nuestras vidas, mediante el encuentro personal y diario con Cristo resucitado.
Pero esta dicha profunda no se debe quedar en el mero regocijo personal, sino que debe implicarnos en un compromiso por hacerlo visible y tangible en nuestro mundo.
Acabamos de celebrar la Semana Santa, recordando los últimos pasos de Jesús en la tierra, cómo fue abandonado por sus propios discípulos y condenado por las autoridades políticas y religiosas de aquel momento histórico, por su compromiso para liberar a los más empobrecidos y excluidos, proclamando un nuevo Reino de justicia, paz, fraternidad y amor, donde el Dios de la Vida lo sea todo en todos.
La alegría de la Pascua
Los crucificados de la vida esperan una liberación de las injusticias y la opresión, una sanación de las heridas interiores y exteriores, un encuentro fraternal que les ofrezca cercanía y amistad… Claman por una resurrección a una nueva vida con dignidad, como seres humanos que son.
Y solo las personas que han experimentado la resurrección en sus vidas, pueden ayudar a resucitar a quienes se mantienen en sus sepulcros, ocultos por los tentáculos de muerte que les aprisionan y no les permiten salir a la luz, volver a andar de nuevo, abrazar a quienes sienten como su familia, celebrar con los amigos, dar gracias a Dios, ahora sí, por el don de una vida libre, plena, feliz…
En la contemplación de la felicidad de los demás está el premio, el don y el regalo de quienes han resucitados interiormente y ven a los demás resucitar a una nueva realidad, más humana, fraterna y dichosa.
Como lo dice espléndidamente el papa Francisco en una de las primeras citas de este libro: «A todos y cada uno, entonces, no nos cansemos de repetir: ¡Cristo ha resucitado! Repitámoslo con las palabras, pero sobre todo con el testimonio de nuestra vida. La alegre noticia de la Resurrección debería transparentarse en nuestro rostro, en nuestros sentimientos y actitudes, en el modo con el cual tratamos a los demás».