Jesús nos regala la Paz después de su resurrección

En el segundo domingo de Pascua, el evangelio de Juan 20,19-31 nos dice que “a los ocho días se apareció Jesús”. Jesús encuentra a sus discípulos en una casa cerrada. Tal como Él nos encuentra a cada una de nosotras encerradas en nuestras casas por causa del Covid-19.

Jesús nos regala la Paz

En este momento Jesús viene a nuestra casa y nos regala su Paz. La Paz que Jesús da no es ausencia de contienda. Es bienestar general, es anchura de espíritu. Es una situación plena. Es poder decir desde dentro: soy feliz.

Esta es la comunicación de Jesús, a la que le da la máxima importancia, porque quiere que acojamos en nuestra vida esta paz profunda, para que estemos a gusto con nosotros y con los demás y demos gloria a Dios. Esta es la felicidad que Jesús nos quiere transmitir, felicidad que abarca la hondura de nuestro ser.

El que acepta la Paz, la felicidad interior que da Jesús, se siente impulsado a transmitir eso mismo a otros. Es algo que no se puede poseer en exclusiva. Como se contagia la tristeza y el pesimismo, así también se transmite la alegría y la dicha profunda.

Jesús nos invita a comunicar vida y libertad. Todos somos ahora la presencia viva de Jesús. Él quiere llegar por medio de nosotros a nuestros hijos, familiares, amigos y a los desconocidos.

Jesús nos acompaña después de su resurrección

El texto aborda también las dificultades. Tomás era uno de los Doce. No creía. No estaba con los demás en la Comunidad. Los otros le decían: “Hemos visto al Señor”, pero él seguía sin creer. Nosotros como Tomás nos encontramos en una situación difícil, al no poder salir de nuestras casas. A él le cuesta creer que Jesús ha resucitado y nosotros dudamos si este tiempo de confinamiento terminará algún día. 

Jesús resucitado se encuentra con sus amigos más cercanos por primera vez desde que todos lo hubieron abandonado en su hora de la prueba. Debe haber sido un momento que todos temían. Sin embargo, sus primeras palabras, repetidas dos veces, fueron “Paz a vosotros”. Sin reproches ni reprimendas, solo “Paz”. Y después les mostró sus heridas, signos indiscutibles.

Cómo el Padre me envía, también os envío yo”. Ellos pensaban que le habían fallado totalmente, pero Él les confió la misma misión que habían recibido del Padre: ahora sabían que no eran ellos los que lo habían escogido, sino Él quien los había elegido a ellos. Su misión, una misión para traer el perdón de los pecados, había que llevarla a cabo por el poder del Espíritu Santo.

Quedo admirado/a en la presencia de Jesús resucitado, compartiendo su gran alegría y la de sus mejores amigos en este encuentro inolvidable.

Material para descargar

La misión de las Hijas de San Pablo es esta: difundir la verdad para que la Palabra de Dios puede vivir en mente, corazón y obras.

Para ello adjuntamos pdf del segundo domingo de pascua (Ciclo A) para que los padres puedan ayudar a sus hijos a vivir este tiempo unido a la Palabra de Dios.

Feliz fiesta a todos de Divina Misericordia

Evangelio dominicales ciclo A 2º domingo de pascua

Colorear

Sopa de letras jn 20,19-31

 

Deja un comentario

Responsable: PIA SOCIEDAD HIJAS DE SAN PABLO
Finalidad: Responder a tus comentarios.
Derechos: Podrá ejercer los derechos de acceso, rectificación, supresión, y demás reconocidos en el RGPD y la LOPDGDD.
Información adicional: Para obtener más información acerca de cómo estamos tratando sus datos, acceda a nuestra política de privacidad.
– Su negativa a facilitarnos la autorización del tratamiento de los datos implicará la imposibilidad de tratar sus datos con la finalidad indicada.