LA TRAMPA SE ROMPIÓ Y ESCAPAMOS. Es tiempo de confiar escrito por Francisco Cerro Chaves y editado por Paulinas, Madrid 2018. Páginas 80.
Para seguir caminando con alegría y esperanza por la vida, necesitamos vivir con confianza, pues nos aporta un plus de ánimo, aliento y vigor. Esta es una reflexión sobre el salmo 123, que nos invita a mantener la confianza en todos los momentos de nuestra existencia.
Autor
Francisco Cerro Chaves es el actual Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres. Anteriormente fue Delegado Diocesano de Pastoral Juvenil de Valladolid y director del Centro de Espiritualidad de esta ciudad. Ha escrito numerosos libros de espiritualidad, de los cuales se han editado varios en Editorial Paulinas.
La trampa se rompió y escapamos
El autor utiliza el método de la lectio divina para ofrecernos una preciosa meditación sobre la confianza, resaltando la necesidad, más allá de las circunstancias difíciles que tenemos que superar en la vida, de mantener siempre la confianza y el abandono en el Corazón de Cristo, que nos cuida, protege y nos da las fuerzas necesarias para encarnarnos en la realidad de nuestro mundo, viviendo con sus mismos sentimientos.
Lo que hace a lo largo de estas páginas es ir desgranando todo el contenido del salmo 123, que es un canto a la santidad a través de la confianza en Dios. Porque, sin duda alguna, la confianza en Dios es el sendero más seguro hacia la santidad.
Si Jesucristo siempre nos ha mostrado a Dios como un Padre amoroso y rico en misericordia, como lo atestiguan múltiples ejemplos que se recogen en las páginas de las Sagradas Escrituras, ¿cómo no vamos a tener confianza plena en Él?
Es tiempo de confiar
La lectura de la Palabra y momentos diarios de oración son el camino a recorrer para, a través de la confianza plena en Dios, vivir cada día con fe y esperanza. Aunque con los tiempos que corren y las condiciones de trabajo de cada uno, no sea tarea fácil. Sin embargo, es necesario que dediquemos un tiempo para la oración.
Confiar en el Señor es encontrar siempre la puerta de la esperanza y romper la trampa del cazador. Nos instalamos en la mediocridad y no avanzamos porque nos falta «el ascensor» (como decía santa Teresita del Niño Jesús), que nos conduce a recorrer kilómetros y kilómetros avanzando mar adentro, sin quedarnos en la orilla para llegar a «ser santos e irreprensibles ante Él por el amor».
Santidad como unión
Al leer la exhortación apostólica del papa Francisco Gaudete et exultate, donde el Papa plantea la santidad como unión con el Maestro a través de las Bienaventuranzas, contemplamos el marco donde sitúa la belleza de la vida cristiana. Este comentario al Salmo 123 trata de ayudar y profundizar en lo que, una y otra vez, repite el Papa.
La espiritualidad cristiana tiene como fin la santidad, es decir, el que seamos alcanzados por Cristo, y esto no se podrá llevar a cabo sin la gracia del Señor, que nos invita constantemente a confiar, mediante la espiritualidad del Corazón de Jesús, que tanto ha aportado para vivir sin miedo.
A través de los Salmos se inflama el corazón de sentimientos de perdón, de humildad, de confianza, porque son expresiones de las necesidades del corazón humano, que nos lleva a pedir con confianza.
Solo los pobres, cuando oran, piden por todas las necesidades, se convierten en voz de los que no tienen voz, para que el amor del buen Padre Dios nos ayude a vivir con una confianza constantemente renovada, hacia Él y hacia las demás personas con las que compartimos el camino de la vida.
Destinatarios
El libro va destinado a todo tipo de público que quieren vivir su vida confiando en Dios.
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