“María un camino” de Alessandro Deho’
Segundo libro de Alessandro Deho’ publicado por Paulinas. Si en el anterior la propuesta de partida era vivir el Padrenuestro a la luz de la Pasión narrada en el Evangelio de San Juan, esta segunda obra nos acerca a María de Nazaret. En el núcleo de la Iglesia naciente, aunque se la cita de manera breve en el Nuevo Testamento, podemos imaginar la importancia que tuvo su presencia en el grupo de los discípulos. María es la protagonista de esta historia, el personaje que aglutina a ese grupo que aún se encuentra dubitativo ante la misión que Jesús, ahora ausente, les ha encomendado.
María es el camino que conduce a Cristo. “Este es el relato de un nuevo Génesis, para quien cree que a resucitar se aprende poco a poco, fiándose del amor y confiando en él”, nos refiere el autor en la introducción de esta breve pero intensa narración.
Siete momentos, siete pasos para recorrer un camino que nos lleva al comienzo: Dios hecho hombre llega a nosotros, a nuestro mundo, y María lo hace posible con su “fiat”.
Un discípulo será la voz que narre este relato: el momento del regreso de los discípulos desde el Gólgota a Jerusalén, la maternidad universal de María junto a la cruz, la incomprensión de la actitud de Jesús por sus familiares, la experiencia transformadora de las bodas de Caná, la pérdida y el reencuentro en las fiestas de la Pascua, el nacimiento en Belén y la Anunciación.
María de Nazaret se nos presenta como mujer del perdón. Se aprende a perdonar cuando se mira con los ojos que miraba Jesús, y María aprendió a mirar con esos ojos. Nos hacemos creíbles cuando aprendemos a perdonar y perdonarnos, cuando somos conscientes de sentirnos perdonados.
Alessandro Deho’ nos habla de María desde su dolor fecundo, desde su dolor que florece, desde su dolor desmesurado en el instante en el que su hijo muere. Y es que, “aunque el mundo te esté negando la maternidad, tú sigue siendo madre. Encuentra el modo de no incumplir tu vocación. Porque la verdadera tragedia es fallarse a uno mismo. Si eres madre –palabra que llueve seis veces sobre ti desde este oscuro cielo–, no dejes que el sufrimiento cambie tu identidad”.
Y al final de este camino, volvemos al inicio: la Anunciación. María es el “anuncio” para llevarnos a la casa del Padre, “porque al llevaros a vosotros a casa estoy llevándome a casa a mí misma. Estoy caminando hacia la casa donde un Padre y un Hijo me están esperando. La vida alcanza un sentido: llevar a la humanidad de vuelta a casa.
Esta es la historia de un viaje desde el Monte de los Olivos a Nazaret, desde la estancia donde la comunidad de los primeros discípulos se reúne tras la partida de Jesús a la estancia donde María recibe la visita del ángel del Señor. Y entre estas dos estancias, la historia de amor incondicional de “esta mujer que amó hasta la muerte”: María es un camino, el camino que conduce a Dios.
Mi Bautismo
También pensando en los más pequeños de la casa, seguimos con una reflexión profunda sobre el valor y sentido del Bautismo. Con ilustraciones y oraciones que pueden profundizar este grande sacramento .
Con el bautismo recibimos la gracia de ser hijos de Dios y de empezar a conformarnos a Cristo: con este sacramento, en efecto, estamos inmersos en su muerte para resucitar con Él en la gloria del cielo. Es el sacramento que nos traslada al hábitat del Señor, donde algunas realidades se deben dejar morir para infundir aliento y vida a otras. El bautismo implanta una doble dinámica que no se da de una vez para siempre, pero nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida; a partir de Él, nosotros morimos y resucitamos cada día.
En síntesis: el fundamento de nuestra vida está en el bautismo. Este nos da la gracia que enciende en nosotros un proceso de despojamiento del hombre viejo, carnal, con todos sus miedos y esclavitudes: la esclavitud de los afectos, del destino, de la perfección formal. Al mismo tiempo nos viste del hombre nuevo, regenerado en el Espíritu, no ya siervo sino hijo y, por tanto, no sujeto a los miedos.