El libro, Padre nuestro que estás en el infierno, escrito por Paolo Scquizzato y editado por Paulinas, Madrid 2017
Los libros de Scquizzato no dejan de sorprendernos
Los libros de Scquizzato no dejan de sorprendernos. En este nuevo ensayo que presentamos, diversas escenas y personajes de los Evangelios adquieren un nuevo interés, ofrecen un mensaje inesperado. Es una nueva imagen de Dios (en realidad, la de la buena noticia de Jesús), todo misericordia y perdón, en búsqueda de la oveja perdida, de la persona herida, marginada, despreciada (en definitiva, cada uno de nosotros), hace su aparición con una nueva percepción desde estas actuales páginas del Evangelio reinterpretadas por el autor.
Paolo Scquizzato pertenece a la comunidad de sacerdotes del Cottolengo, se dedica a la predicación y a la formación espiritual, principalmente del laicado y dirige la casa de espiritualidad «Mater Unitatis» en Druento (Turín).
El encuentro entre la grandeza del Creador y la pequeñez de su criatura
Para quien quiera llegar, sin engañarse, a una percepción lo más correcta posible, el recorrido sugerido, casi impuesto por el autor de este libro, es la meditación, es más, la contemplación de las palabras, de los gestos vividos por quien mejor ha revelado del Rostro de Dios: Jesús de Nazaret.
La figura luminosa, el signo de la realidad divina que quiere comunicarse a su criatura es la misericordia. Partiendo de esta todos son acogidos, no por mérito propio, ni por grandeza del ingenio o por los éxitos obtenidos en varios campos, sino simplemente porque necesitamos de buena acogida, de pietas divina.
El autor canta la misericordia de Dios partiendo de los tonos más bajos de la aventura humana. En los Evangelios, especialmente en Lucas, el encuentro entre la grandeza del Creador y la pequeñez de su criatura es narrado a través del instante que contempla como protagonistas a personajes sin importancia, miserables, pobres, perdidos en los márgenes de la historia, conscientes de su necesidad de misericordia.
El interlocutor de la misericordia de Dios
El interlocutor de la misericordia de Dios encarnada por Jesús es cada uno de nosotros. Jesús de Nazaret ha revelado quién es verdaderamente Dios: Padre, o bien amor, perdón y misericordia.
De aquí la convicción de que toda imagen de Dios que llevamos dentro, no fundada sobre el Evangelio, es inevitablemente imperfecta. Y, muy probablemente, también errónea.
En la reflexión personal de muchos cristianos está todavía presente un concepto de Dios no evangélico, es decir, que no proviene de cuanto ha sido revelado verdaderamente por Jesús, sino que es una idea completamente personal, extraída de quien sabe qué legados catequéticos e interpretada a través de algunas terribles imágenes del Antiguo Testamento.
Una invitación para purificar el propio concepto de Dios Padre a la luz del Evangelio
El recorrido que el autor ofrece en estas páginas es, sencillamente, una invitación para purificar el propio concepto de Dios a la luz del Evangelio que, en su continua novedad y verdad, funciona como antídoto contra el veneno inoculado en nosotros por el antiguo adversario.
Esto es lo que en verdad podríamos definir como nuestro pecado original: el deseo de eliminar al Padre, alejándonos de Él, porque lo consideramos maligno y severo, o bien de someternos a Él, extendiéndonos como felpudos con todo nuestro instrumental religioso, como ante un padre-autoritario.
Destinatarios
Un libro recomendado para cualquier clase de público, desde jóvenes a adultos, laicos, religiosos/as, sacerdotes… que deseen abandonar una imagen falsa, engañosa y culpabilizadora de Dios; para adentrarse en la misericordia de un Dios que es todo bondad, Padre y Madre de toda la humanidad.