Era una mujer de fe y de esperanza, ha creído en el Señor que la ha elegido para una singular aventura y confiando en su fidelidad, le ha respondido hasta el heroísmo del supremo sí.
Sólidamente anclada en Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida ha reunido en síntesis vita contemplación y acción, abierta a los tiempos que el Espíritu abre a la Palabra…
Consciente del bien presente en el corazón de la persona, ha creído en el valor de cada realización humana y en la sacralidad de cada instrumento de comunicación que sea ordenado a promover al ser humano y a comunicarle el sentido verdadero de la vida.
Apóstol audaz, ha anunciado a Jesús Maestro con el testimonio de una vida sencilla y gozosa, y con confianza e intrepidez ha afrontado los desafíos del mundo actual buscando nuevas formas, nuevos instrumentos y nuevos caminos para «gritar desde los tejados» la «bella noticia» del Evangelio.
Toda su vida era basada en el ¡Fiat!.