Nuestra presencia con los libros en la parroquia de santa Catalina de Alejandría (Madrid) ha sido una manera de ir al encuentro de la gente, ya que el párroco Don Manuel nos abrió las puertas de su parroquia para realizar nuestro apostolado.
La gente estaba muy agradecida por el servicio y la posibilidad que les dimos, con la adquisición de algún libro y así poder profundizar su fe.
Agradecieron nuestra presencia y desean que volvamos más veces.
Esta experiencia para las Hijas de san Pablo (Paulinas) supone salir a la calle. Porque el fundador Bto. Santiago Alberione decía:
Dichosos los pasos de quien anuncia el bien, de quien anuncia la paz.
Dichosas las siervas de la Iglesia, que poseen el corazón de esta madre.
Dichosas las caminantes de Dios, que en el silencio místico de la comunidad estudian los caminos del mundo que mañana recorrerán para llegar a la gente.
Dichosos estos ángeles del Señor, en busca de los hombres que han perdido o nunca han conocido el camino de la Iglesia.
Dichosas las portadoras de Jesús, que llevan a todas las familias la buena noticia del amor.
Dichosas las colaboradoras de la misión sacerdotal, que anuncian en silencio a Jesucristo, camino, verdad y vida. Dichoso el perfume de pureza, de amor y de humildad que dejan a su paso.
Dichosas las imitadoras de María, que presentó a Jesús a los pastores, a los magos, al templo, a los discípulos y al mundo.
Dichosas las Hijas de san Pablo, que tienen el corazón de este padre, dan la palabra del padre, y sufriendo, rezando y actuando con él, realizan la tarea que el Señor les ha encomendado.