¿Podríamos expresar lo esencial del cristianismo en 100 palabras? Esta es la primera pregunta que nos surge cuando leemos el título de este nuevo libro de Antonio Gil Moreno.
¿Podemos «encerrar» todos los mensajes que nos ofrece el cristianismo en una serie de palabras elegidas, aunque lo hagamos a conciencia y tras intensas reflexiones? En realidad, las preguntas no están bien planteadas.
No se trata de «colocar» ni de «encerrar» el cristianismo en una serie de palabras, sino todo lo contrario, pues tratamos de «abrir» el cristianismo a todos los que quieren «saber» lo esencial de esta religión, el argumento central, sus claves principales.
No se trata tampoco de «acotar» sino de «ensanchar» y de facilitar que todas las personas de buena voluntad puedan internarse en la vida cristiana, descubriendo la silueta de Dios Padre, de su Hijo Jesús y del Espíritu Santo, las tres personas de la Santísima Trinidad, fundamento de todo el cristianismo, base esencial, punto de partida.
Se trata de «descubrir» paisajes y personajes, abriendo de par en par las puertas de nuestros anhelos más profundos, a través de una serie de palabras que, ciertamente, nos pueden enseñar, iluminar y ofrecer las principales coordenadas del cristianismo, cuyo fundador y gran protagonista es Cristo, el Hijo de Dios vivo.
El cristianismo es Cristo y los cristianos se consideran y son «discípulos de Cristo», seguidores suyos, tras descubrirle a través de la fe como Salvador, Maestro y Amigo.
En realidad, cada una de las palabras elegidas pretende solo «acercarnos» a Dios, «buscarle entre la niebla» como decía el poeta y «descubrirle» en un encuentro que siempre será misterioso y personal.
Dios nos ha dejado su Palabra y su presencia en el corazón de la historia, y se hace presente en la Persona de su Hijo Jesús, nacido en Belén de Judá.
100 palabras sobre el cristianismo
100 palabras sobre el cristianismo quiere ser un libro sencillo, cercano, amable, que solo pretende ofrecer a sus lectores el paisaje inmenso, inabarcable, «infinito» podemos decir, del cristianismo. Para ello, se han escogido una serie de palabras que pueden servirnos de «pequeños puentes» para llegar hasta Dios, para «encontrarnos con Él», pues esa es la esencia del cristianismo.
El cristianismo es la religión de la gracia. Su ley es aquella que Pablo llama «la ley del Espíritu», que empuja ciertamente a hacer las cosas no por obligación sino por atracción.
Porque se ha conocido el amor de Dios y se hacen de buena gana las cosas que Él manda. Dios no es un amo sino un Padre, y el hombre y la mujer no son ya esclavos, sino hijos.
Este «puñado de palabras» (el número «cien» es simbólico), quiere ser como un abrazo de amor y de esperanza para todos los que se acerquen a ellas, las lean con ilusión y las adentren con emoción en sus vidas, como semilla, como brisa, como horizonte, como luz nueva.
En cada palabra va «un susurro de Dios», un «hálito del Espíritu», una invitación, una razón para vivir con gozo, un argumento para sonreír, una promesa, un testimonio.
Es un caleidoscopio de experiencias, textos, reflexiones, poemas, pinceladas de autores muy diversos: escritores, poetas, santos, papas, científicos, filósofos, monjes…
El autor ha recogido con sumo cuidado y esmero estos magníficos escritos para elaborar esta síntesis sobre el corazón del cristianismo.
Nuestro único deseo es que «el cristianismo abra sus puertas de par en par en nuestras vidas, a través de cada una de estas 100 palabras», pensadas, rezadas, reflexionadas y escritas con fe, esperanza y amor.
Autor
Antonio Gil Moreno, sacerdote y periodista, licenciado en Teología, ha desarrollado una amplia labor como escritor. Ha sido subdirector del diario «Córdoba» y delegado diocesano de Medios de Comunicación Social entre 1966 y 1999. Entre sus premios periodísticos, figura el de «Ciudad de Córdoba», otorgado por la Asociación de la Prensa. Actualmente es canónigo de la Catedral de Córdoba.
En Paulinas ha publicado los siguientes libros: Páginas para encontrarte con Dios, Susurros de Dios, El perfume de la fe, El Evangelio de las pequeñas noticias, Luces para resucitar.
