Dice el Papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium que “todo ser humano es objeto de la ternura infinita del Señor, y Él mismo habita en su vida”.
Al acercarse esta próxima Cuaresma, Julia Merodio nos obsequia con un nuevo Vía Crucis fruto, como ella dice de “introducirme en su fondo después de haber rastreado, veces y veces, el Evangelio”.
Esta vez, Julia nos descubre en las horas de la Pasión del Señor, la ternura de Dios en cada instante, la ternura que podemos reconocer que nosotros mismos recibimos, si miramos con ojos atentos en cada momento de nuestra vida.
Nuestro día a día está salpicado de cruces, a veces difíciles de aceptar, de momentos de dolor y sufrimiento que pueden parecer imposibles de superar, pero junto a esas cruces, el Señor pone luces que iluminan el desaliento y permiten descubrir su presencia.
Nos damos cuenta que en el camino de nuestra existencia no estamos solos, que Él nos acompaña siempre, nos ofrece su amor y nos regala esperanza.
En cada estación del Vía Crucis hacemos una parada con Jesús, nos detenemos y recibimos los gestos y las palabras de consuelo que el Señor expresó hacia todos aquellos que estuvieron a su lado.
Desde el Huerto de los Olivos seguimos a Jesús traicionado y negado por los suyos, flagelado y coronado de espinas por mandato de las autoridades, caminamos con Jesús cargado con la cruz, que consuela a las mujeres de Jerusalén y nos entrega a la Virgen María como Madre.
“La vida nos presenta momentos de los que nos gustaría huir, tiempos que no nos gustaría volver a recordar,…, Jesús quiso pasar por esas mismas situaciones agarrado a la ternura del Padre, para enseñarnos que también a nosotros nos acompañará esa misma ternura”, nos expresa la autora.
Dios podía haber elegido salvarnos de otra manera, pero quiso acercarse a nuestra realidad haciéndose hombre, y pasando por las amarguras de la humanidad, nos salvó con la persona de Jesucristo, en el que habitó la plenitud divina.
Nos dice el Papa Francisco que “si no llegamos a sentir, a entender la ternura del amor de Dios en Jesús por cada uno de nosotros, nunca, nunca podremos entender qué cosa es el amor de Cristo”.
Recorramos con Jesucristo las estaciones de este Vía Crucis de la mano de Julia Merodio, para, como ella concluye “ser capaces de sentir que todo se crea y se renueva porque el poder de Dios siempre tiene la última palabra”.
Puedes adquirir este libro, pinchando en el siguiente botón:
