Hoy, 8 de octubre hna. Rafaela Amparo Fornas está gozando la presencia del Señor.
“Vivir significa disfrutar de cada momento de la existencia, tengamos diez años u ochenta” (Og Mandino), así ha sido la vida de nuestra hna. Rafaela Amparo For
nas que hoy ha fallecido.
Como cristianos y religiosos sabemos que la vida tiene que seguir su camino hasta la vuelta a la casa del Padre. Pero como personas nos sentimos tristes y sorprendidas.
Tristes porque hemos conocido a la hna. Rafaela, con ella hemos vivido la fraternidad y la misión Paulina. Por más que sepamos que la vida en este mundo llega a su final siempre nos sorprende.
Rafaela se ha presentado ante Dios, ante el Padre, llevando en sus manos, como las doncellas del evangelio, la lámpara encendida de su buena voluntad, la lámpara encendida del bien realizado en este mundo. Y hoy ella ha vuelto como los leprosos a dar gracias al Señor por todo. Dispuesta en decir su sí definitivo para estar en el Corazón del Padre y en nuestro recuerdo.
Hoy el Señor nos llama a confiar, a orar. A confiar en el amor del Padre que nos quiere a cada uno de nosotros, tal como Él ha querido a nuestra hna. Rafaela. A orar y manifestar ante Dios nuestro deseo y nuestra esperanza de que ella, liberado de toda culpa, pueda entrar en la luz gozosa de Dios, en la casa del Padre.
Rafaela, como comunidad te queremos dar las gracias por tu presencia entre nosotras y por los buenos recuerdos que nos has dejado. Gracias por tu sonrisa y la palabra que nunca ha faltado en tu boca “GRACIAS”. Como todos tú también has tenido tus momentos difíciles, pero nunca te has dejado llevar por ellos. Ha sido la primera en reconocer tus enfados y pedir perdón. Aunque no te entendíamos en los últimos días lo que quería comunicar, tú en silencio nos sonreías.
Gracias Rafaela por el ejemplo y por tu vocación Paulina. Gracias por ofrecer tu vida por las vocaciones. Hoy pedimos al Señor que te dé el descanso eterno y la corona merecida.
