Novena a la Venerable Tecla Merlo: “Confía en Dios”:

Decía la Venerable Sor Tecla Merlo: “El Señor no te da lo que pides, sino lo que crees”.

Pero, ¿Quién es Sor Tecla Merlo?

 Sor Tecla Merlo es la Cofundadora y Primera Superiora general de las Hijas de San Pablo.

Te contamos más de ella…

Tecla Merlo

Teresa Merlo nace en Castagnito de Alba (Cúneo) el 20 de febrero de 1894. Sus primeros veinte años transcurren en el ámbito de la familia, de la escuela y de la parroquia, dedicándose al apostolado catequístico y a la asistencia y formación de las jóvenes.

A los 21 años, en junio de 1915, encuentra al P. Santiago Alberione, fundador de la «Familia Paulina», que la invita a formar parte del primer grupo de las futuras Hijas de San Pablo.

Con la docilidad que dispone siempre el corazón a la voluntad de Dios, Teresa acepta la invitación con sencillez y fe.

En 1922, junto a otras jóvenes, emite los primeros votos religiosos y asume el nombre de Sor Tecla, en recuerdo de la discípula del apóstol Pablo.

Es designada Superiora general y desde entonces será siempre llamada «Primera Maestra».

Mujer sencilla y franca, humilde y fuerte, sabia y creativa, colabora con el P. Alberione no solo en la fundación de la nueva congregación femenina de las Hijas de san Pablo, sino también en iniciar la realización de la Familia Paulina.

Con el ejemplo, con la palabra y con la oración, dirige y sostiene durante más de 40 años a las Hijas de San Pablo en la «vocación nueva» que Jesús Maestro le confía a ella en la Iglesia.

Religiosa de «estilo antiguo» y al mismo tiempo decididamente moderna, sensible a los cambios de la sociedad, impulsa a sus Hijas, presentes ya en los cinco continentes, movida por un único fin: la gloria de Dios y el bien de las almas. Da impulso a nuevas iniciativas apostólicas y abre nuevos centros de difusión de la verdad a través de los instrumentos modernos de la comunicación, considerados siempre por ella, medios de evangelización.

Lee y goza profundamente, con el decreto conciliar Inter mirifica de diciembre de 1963, sobre los instrumentos de la comunicación social –de los cuales, con el P. Alberione, podría decirse precursora– y ve en ellos una ulterior aprobación del Instituto.

Siempre se declara feliz de su vocación, hasta poder decir: «Desearía tener mil vidas para el Evangelio». Un Evangelio que no solo anuncia, sino que ante todo lo vive. En efecto, conserva en primer lugar la Palabra de Dios en el centro de su corazón, dejándose evangelizar por ella.

Después de haber ofrecido la vida a la Santísima Trinidad por la santificación de cada Hija de San Pablo, el 5 de febrero de 1964 muere en el Hospital «Regina Apostolorum» de Albano Laziale (Roma), dejando a sus Hijas un patrimonio riquísimo de enseñanzas y las indicaciones para un camino seguro en la Iglesia de Dios.

Novena a la Venerable Tecla Merlo: “Confía en Dios”

Tecla Merlo Paulinas Hijas de san Pablo

Oración para obtener gracias por intercesión de la Venerable Sor Tecla Merlo:

Trinidad Santísima, te doy gracias por los dones de luz, gracia y virtud concedidos a la venerable Tecla Merlo y por haberla elegido y constituido madre sabia y guía segura de las Hijas de San Pablo.

Por su intercesión, concédeme vivir de sus grandes amores: Jesús Maestro Eucaristía, el Evangelio, la Iglesia, la humanidad, como ella los buscó y sirvió en la evangelización, con los instrumentos de la comunicación social hasta el pleno sacrificio.

Señor, si está en los designios de tu divina sabiduría, glorifica a esta Sierva fiel, para gloria de la Iglesia y el bien de la humanidad. Y con- cédenos por su intercesión lo que te pido.

Amén.

Gloria al Padre…

1° día: Confía en Dios

Jesucristo nos invita: «No estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir… buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura»  (Mt 6,25.33).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«Creeré que todo está dispuesto por nuestro Buen Padre celestial, lo que a nosotros nos agrada y lo que no nos agrada; muchas veces permite también el mal para obtener el bien.

Examinaré si mi corazón reposa tranquilo en el corazón de Dios, que piensa en mí continuamente.

Cuando tenemos mayor necesidad, aumentamos nuestra fe. Y aquella Providencia que nutre las almas y los cuerpos de sus hijos, que no sufre crisis, que no da las dimisiones, que no abandona, que no renuncia a sus poderes, que no conoce el fracaso, continuará obrando como  siempre ha hecho.

Apoyémonos solo en Dios. Abandonémonos en Él. Él es Bueno, infinitamente Bueno».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

2° día: Reza con confianza

Jesucristo nos invita: «Pedid y Dios os dará, buscad y encontrareis… llamad y Dios os abrirá» (Lc 11,9).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«Es necesario rezar con perseverancia sin dudar en nuestro corazón, con la certeza que se nos dará lo que pedimos. ¡Esta es la fe! Es necesario creer. Estemos tranquilos, el Señor siempre nos escucha: o nos da lo que pedimos o nos da otras gracias más útiles para nosotros.

La oración es muy poderosa. Dios no se resiste a nuestra oración. Es un error creer que el Señor no nos escucha por nuestros defectos o pecados. Debemos tener confianza en la gran bondad de Dios, que no mira cómo somos y nos escucha siempre, si oramos. «Os aseguro que el Padre os concederá todo lo que le pidáis en mi nombre» (Jn 16,23). Tenemos necesidad de todo y el Señor nos da todo. La oración es la fuerza del hombre y la debilidad de Dios. Si somos almas de oración, venceremos todas las dificultades».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

3° día: Vive en la humildad

Jesucristo nos invita: «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes y se las has dado a conocer a los sencillos» (Mt 11,25).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«Dios grande, inmenso, eterno, que has creado todas las cosas. Él ¡Todo! Yo polvo del camino… nada, y ¿puedo creerme algo?

Tenemos necesidad de hacernos pequeños, pequeños. Inclinemos nuestra cabeza frente al pesebre… Jesús, que era de condición divina, acepta ser siervo. Él, que era rico, se ha hecho pobre. Jesús, que no debía depender de nadie, no ha hecho nunca su voluntad. Él, que no tenía pecado, ha aceptado ser maltratado como un pecador. Jesús, que no amenazaba a nadie, ha permitido ser condenado al extremo suplicio.

¿Queremos ser sus discípulos? Imitémoslo. Aprendamos de Jesús a ser pequeños, a considerarnos tales y por lo tanto, a desconfiar de nosotros y a tener mucha confianza en la bondad de Dios».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

4° día: Permanecer en Dios

Jesucristo nos invita: «Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo, en él, da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«¿Me esfuerzo en dejar libre el corazón al trabajo de la gracia, quitando mi yo, que es el principal obstáculo para poder alcanzar mi bien y el de los demás?

Procuremos tener el corazón lleno de Dios para llevarlo a las almas con todos los medios. ¡Qué bello y santo es comunicar a los demás aquel Jesús, que nosotros queremos llevar siempre en el centro del corazón!

Vivamos la intimidad con el Maestro Divino: mente, voluntad y corazón, corazón y obras, sentidos, manos, pies, ojos, oído, todo por él y con él. Caminemos cada vez más hacia la vida de unión con él, hasta que el alma no desee y no repose sino en Dios, porque sin el apoyo de la gracia de Dios, no podemos hacer nada: “sola no puedo nada, con Dios lo puedo todo”».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

5° día: Busca la gloria de Dios

Jesucristo nos invita: «El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada» (Jn 8,29).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«Todo y solo por la gloria de Dios y el bien de las almas. Renuncio a mi voluntad para tener solo la de Dios. Renuncio a mis gustos, a mis modos de ver, para tener solo los gustos de Dios.

Cada respiración, cada afecto, cada latido del corazón, cada movimiento de mi ser interno y externo, físico y espiritual, quiero que sea para ti, oh Dios mío. En cada momento intento decir con esto: te amo, Dios mío, siempre hago lo que te gusta a ti.

Si me quieres sana, aquí estoy, si enferma, aquí estoy, todo y solo lo que te agrada a ti. Todo para gloria y alabanza de la Santísima Trinidad».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

6° día: Comunica el Evangelio

Pablo confiesa: «Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evange lio!» (1Cor 9,16).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«El apostolado que el Señor ha confiado a nuestra pequeña congregación es tan bello y tan vasto, «es un compromiso sagrado».

La idea fuerza que nos debe animar son las almas. Debemos sentir la urgencia, debemos preocuparnos del modo de acercarnos a ellas, para llevarles la palabra de vida y de salvación.

¡Cuántas almas no escuchan jamás hablar de Dios! ¿Quién las debe ayudar? Debemos tener un corazón y una mentalidad amplia como la de Jesús y como la de san Pablo, que sabía hacerse todo para ganar a todos a Cristo (cfr. 1Cor 9,19).

El apostolado es participación en la misión de Jesús. Esforcémonos en irradiar siempre más y siempre mejor la luz y la gracia del Maestro Divino: dar Jesús a las almas, como María y con María. Se da solo lo que brota del corazón. Si tenemos el corazón lleno de Dios, daremos a Dios».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

 7° día: Sigue el camino mejor

Pablo nos enseña: «Y ahora voy a mostraros un camino más perfecto todavía…» (1Cor 12,31 y 13,1-13).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«A menudo leemos las características de la caridad de san Pablo: todo lo reduce al amor.

La caridad tiene dos llamas. Una sube hacia Dios y la otra va hacia las personas. Es inútil que digamos que amamos al Señor, si no amamos a los demás. Todos somos hijos de Dios y hermanos entre nosotros: debemos amar a Dios y amarnos entre nosotros; con un amor que sabe comprender, compartir y ayudar. Sea un esfuerzo de cada uno pensar bien, hablar bien, desear el bien y hacer el bien. Sin envidias, celos, rencores, sino comprensión y ayuda recíproca.

Tratemos de fortalecer nuestra unión con el cemento de la caridad. Tratemos de ser de Dios y de no tener ninguna herrumbre dentro del corazón. Si nos damos cuenta que hay algo que no va, quitémoslo inmediatamente, de lo contrario se arraiga.

¡Seamos astutos! Así estaremos contentos ahora y después… encontraremos un bello Paraíso».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

8° día: Confía en María

En la cruz, Jesús nos entrega a María: «“¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!”. Después dijo al discípulo: “¡Ahí tienes a tu madre!”. Y desde aquel momento el discípulo se la llevó con él» (Jn 19,26-27).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«Soy tuya, oh Madre mía, no soy más mía, no quiero ser más mía. Yo no soy nada.

En tus manos, oh María, la salvación mía, el progreso, los méritos. Todo lo pongo en tus manos. Llévame en tus brazos, soy pobre, soy miserable. Tengo toda mi confianza en ti, oh María, mi esperanza, mi ayuda, mi madre buena. Tú eres la bondad, la piedad, la misericordia, la omnipotencia suplicante. Despójame de mí misma.

Todo lo que tenemos es tuyo. También la congregación es tuya. Tú eres nuestra Primera Maestra, la gran Maestra. Enséñanos, apóyanos, defiéndenos de todo peligro, como lo has hecho hasta ahora.

Y después de este exilio, muéstranos a Jesús, el fruto bendito de tu seno».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

9° día: Corre hacia la meta

Jesús nos asegura: «Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros» (Jn 14,2-3).

De las palabras y los escritos de Sor Tecla Merlo:

«¡La vida es preparación al Cielo! Dios es todo. Yo soy nada. Todo termina, solo Dios permanece conmigo.

Estamos en camino hacia la eternidad. De viaje hacia el Paraíso. En el viaje se encuentran muchas dificultades, muchas privaciones, pero todo puede servir para la meta. Caminar siempre hacia el Paraíso. Que cada pensamiento, afecto y acción sean por el Paraíso, para hacer la voluntad de Dios, para estar unidas a Él y verlo un día.

Pensemos en lo que nos espera, en el bello Paraíso que nos espera, después de las fatigas de aquí abajo. ¡Hagámonos santos! Corrijamos nuestros defectos, luchemos, trabajemos por el bello Paraíso. Desear este Paraíso, que es nuestro. Allá tendremos un lugar que nadie lo ocupará si nosotros no lo dejamos».

Oración para pedir gracias.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria al Padre

Quien obtenga gracias y favores por intercesión de la Venerable sor Tecla Merlo, está invitado a dar relación a la Superiora provincial de las Hijas de San Pablo, c/ Carril del Conde, 62. 28043 Madrid.

Escrito por: Paqui Oviedo.

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