El 28 de agosto las hermanas de la comunidad de Valencia han salido a la calle para seguir el mandato del Señor: “Id al mundo entero y proclamad el evangelio”. Ha sido un día como comunidad para ganar el jubileo de la misericordia en el santuario de Nuestra Señora de la Encarnación en Cullera.
En el evangelio de ese domingo, Cristo nos invita a poner en práctica dos consejos: primero, ponernos en el último lugar -¡qué locura!-, y después, invitar a comer, no a nuestros amigos y familiares, sino a los que no conocemos, -¡el colmo!- e incluso a quienes nos resultan antipáticos. Razones habrá tenido Jesús al darnos estos dos consejos que no son a primera vista naturales. Ya la 1ª lectura nos decía: “Hazte pequeño y alcanzarás el favor de Dios”, porque es grande la misericordia de Dios, y revela sus secretos a los humildes. La humildad, como nos dice la primera lectura del Eclesiástico es la virtud de los hombres de Dios. Cuántas ansias de subir en el escalafón mostrando una falsa humildad, cuántas ganas de ser los primeros aunque tengamos que pisar por el camino, la historia la escriben siempre los ganadores. Lo que pretende Jesús es imposible, acabar con una sociedad desigual, pues siempre existirán selectos y plebeyos, ricos y pobres. Pero Jesús va por delante enseñándonos el camino.
Dar a conocer nuestra vida
Junto con este deseo hemos querido dar testimonio de nuestra vida comunitaria y la vocación paulina. Para ello hemos contactado con Don Luis Mollino, el párroco del santuario. Él nos abrió la puerta para poder hablar sobre nuestra misión, carisma y espiritualidad. La gente escuchaba con mucho interés y les veían muy contentas para recibir el mensaje y conocer nuestra misión. El párroco nos ha dejado las puertas abiertas para realizar alguna actividad para llevar el Evangelio donde estén ellos.
Siendo la primera visita hemos aprovechado el tiempo para visitar los lugares como la Iglesia de santos Juanes, el castillo de Cullera. etc.
Agradecimiento
Como dijo Lao Tse “La gratitud es la memoria del corazón”. Nosotras queremos agradecer a don Luis por su invitación, acogida, hospitalidad y por abrirnos sus puertas
para realizar nuestra misión.
Priti Lakra fsp
